lunes, 3 de octubre de 2016

Andres 1

Intente despedirme de el tantas veces como me fue posible, al final me resigne, me di cuenta que quien te quiere te busca y te lo demuestra, no todo son palabras y no todas las palabras son sinceras, aunque esperas desde lo más profundo de tu corazón que lo sean.
Me enamore por segunda vez en mi vida, tal vez de la persona más equivocada o tal vez no pero en este punto se que ya no lo buscaré... Comenzaré desde el principio. 
Su nombre es Andres lo conocí como conoces a una persona en este momento rodeada de tanta tecnología y poca intimidad con el entorno pues ahora las citas son por video llamada, las rosas son dibujos y el romanticismo murió o bueno, por lo menos de la forma en que lo muestran las películas, pues los caballeros dejaron sus carruajes y las princesas los vestidos largos y la absurda ingenuidad (aunque a veces haga falta)..., conocí a andres por Internet, el vive a 8 horas de donde yo vivo todo empezó hace más de año y medio, no se en que momento empecé a ver tanto en el, las cosas no empezaron de la forma correcta pues el y yo compartimos una locura que pocas personas tienen, hasta que un día nuestra conversación se convirtió en sinceridad o eso espero creer, un viernes después de estar hablando al rededor de un mes decidimos dejarnos y aquel viernes que lo intentamos nos unimos mucho más... Desde ese momento Andres después de mucho tiempo me hizo sentir realmente las dichosas "mariposas" y así paso el tiempo, a pesar de la distancia el se convirtió en un soporte para mi y yo para el, no pasaba noche en la que trasnochara con el sin una gota de remordimiento por no poder dormir, me encantaba vivir en esa fantasía de poder despertar y saber que el estaba en mi vida. 
Un día se me presento la oportunidad de ir a verlo y sin dudarlo lo hice, viaje 8 horas,  para ver de frente al hombre que me quitaba el sueño y fue mejor de lo que pensé llego a recogerme en una pequeña moto con unas rosas rojas hermosas y el, se veía tan grande en esa moto que me emocionó ver su estatura pero al bajar de la moto a mi me toco dejar mis tacones de lado pues mi one, era o es más pequeño o bajito que yo, desde ese momento quedo bautizado como minion, enanito y pequeña,  y yo para el también pues no se dejaría hechar tierra;cuando llegamos a su casa su mamá nos recibió y me saludo con tanto amor que me hizo sentir en un hogar, después de mucho tiempo me sentí acogida y enserio le caí bien, no fue la falsa hipocresía pues si alguien conozco que diga la verdad es esa mujer pues como ella pocas, mujer valiente y emprendedora como pocas quedan.... Después de saludar, fue muy atenta al preguntar, sobre mi familia, el viaje,... Y si ya había desayunado... A la que la respuesta fue un no, pues había pasado toda la noche hasta la madrugada hablando con Andres que cuando nos dimos cuenta ya era hora de tomar el bus para llegar a su casa así que entre tanta emoción ¿a quien le quedaba tiempo para desayunar?.
Una de las cosas que más amo en el mundo, es la cocina y uno de los detalles más tiernos es ver a tu One haciéndote el desayuno, no es que sea un experto pero el detalle es lo que cuenta y definitivamente fue hermoso. 
Ya sería medio día y aun no podía creer que fuera cierto que estuviera a mi lado, creo que mis ojos irradiaban tanta ilusión que era suficiente para cubrir la cuota de los dos, volviendo al tema de medio día, quería tener un detalle con su mamá y con el, así que pensé '' que mejor que cocinar'', andres y yo fuimos al super y le gusto mucho la idea así que prepare mi plato especial, unas deliciosas costillas bbq, mientras compraba las cosas veía su sonrisa y pensaba que seguía soñando... Al llegar a su casa, la cocina se convirtió en un espacio para dos, entre música, aromas, texturas y sonrisas pase una de las tardes más inolvidables de mi vida,  su mamá quedo encantada con las costillas y el también, aun conservó una foto de aquel almuerzo. 
Al llegar la tarde fuimos a dar un paseo a un parque que estaban construyendo, estaba muy cerca al río y decidimos entrar y sentarnos a hablar, sus abrazos eran perfectos y cada una de sus palabras hacían de ese dia el momento perfecto, fui muy feliz pero llego la noche y ya casi era momento de irme, así que, andres me llevo al terminal, su mamá me empaco de todo como si me fuera a regresar caminando y llego el momento de decir adiós. Subí a la parte de atrás de la moto hasta llegar al terminal, andrés y yo nos hicimos promesas, me acomodo el el bus y se despidió de mi. Al salir el bus de la terminal el encendido su moto para perseguír al bus durante unos minutos. Ese fue uno de los días más perfectos y tristes que he tenido que vivir pues sabia que no lo volvería a ver en un largo tiempo.